sábado, 5 de marzo de 2011

Cuento de otoño ... con final feliz.

Érase una vez  una pandilla típica de los 60-70, con sus pelos largos, patillas, pantalones de campana, jerseys de cisne y parca con capucha. Había de todo, estudiantes, electricist as, hosteleros, albañiles ... pero con una afición en común: las motos. Ya en aquellos tiempos tenían su road-house (un pajar para ser sincero), donde oir a Led Zeppelin, Beatles y Celentano y demás artistas del momento, aparcar sus motos en la puerta, trasegar cerveza, y hacer la revolución; todo junto a 
sus novias, porque debéis saber amig@s, que eran tiempos en que si no querías permanecer célibe y "pasar la mano por la pared", tenías que "echarte novia".
 Pasaron los años, y la dolescencia se esfumó, los caminos se separaron, y cada cual eligió el que el destino le marcó y él eligió. Pero en 1979, casi todos se reunieron a cenar un primer sábado de septiembre, y allí acordaron celebrar esa cena y juerga posterior, todos los primeros sábados de septiembre. Y volvieron a pasar los años, y aquella reunión se celebró con puntualidad en la fecha acordada año tras año; cada año se elegían dos encargados de buscar dónde cenar, avisar al resto y "pasar el testigo". Durante este tiempo, aquella afición a las motos se fue diluyendo poco a poco, y solo tres de aquellos amigos continuaron con ella, uno se dedicó a las H.Davidson y a las clásicas, otro a las R's (cada vez con más caballos) y otro pasó de las monocilíndricas a las bicilíndricas y acabó en las cústom "japo", los chalecos y las koncentras.Los tres  continuaban echando una rodada de vez en cuando y se veían siempre con regularidad para charlar de motos. Siempre en las mencionadas cenas de septiembre tenían prohibido sacar el tema motero, al resto aquello les ponía los "dientes largos" y se deprimían por lo que pudo haber sido y no fué, mal generalizado entre aquellos que están en "el otoño de la varonil edad".
 Pero mira tú por dónde, en la cena del 2009, los "otros" sacaron el tema motero, pues con el paso de los años, ¡todos volvían a tener dos ruedas con motor!, scooters, y motos más o menos grandes y potentes, pero todos guardaban en su garaje algo con lo que rodar y mantener el equilibrio, y ante la sonrisa cómplice de los tres "mosqueteros", planearon hacer una kdd en otoño, ¡volverían a rodar juntos "casi" en pleno!, y era "casi", porque el tiempo deja vacíos y ausencias en su transcurrir, pero allí habían 15 amigos comprometid os y un otoño con carreteras que les esperaba. Poco a poco el grupo se vió reducido a seis, porque una cosa es planear y otra diferente, concretar y comprometerse de veras. Al final se organizó ruta, almuerzo y comida, y los teléfonos echaron humo. La fecha elegida por los "otros", ya que los "mosqueteros" dejaban hacer, fue el 25 de octubre ... Al concretar asistencias, se percataron de que, el de las clásicas tenía el "Salón de la motocicleta Clásica y Veterana", fecha sagrada para él, el de las R's tenía tandas en el circuito de Cheste, fecha en la que cerraba el negocio anualmente, y el customero-japo andaría con los de los chalecos por tierras de Mora de Rubielos ... ¡¡ Vaya fallo !!, ...pero con remedio, se alargó la fecha al 1 de noviembre, y así quedó comprobado que nadie tenía ya compromisos ineludibles . Todo O.k.

 Pero los seis salieron a la carretera aquel 1 de noviembre, el grupo no podía ser más heterogéneo, desde monocilíndricas de 15 Cv a Ducatis de 180 Cv, pasando por cústom de 800 y 1100 y una BSA 600 Gold Star de los 60 ... y volvieron las sensaciones casi olvidadas en tres de ellos, pararon infinidad de veces junto a la carrtera (los km's no importaban), lo pasaron como no imaginaban que lo iban a pasar, rieron hasta llorar, bromearon como solo la confianza que da la amistad de siempre, puede permitir, y los seis fueron inmensament e felices un domingo en el que el otoño casi fue verano en aquel paréntesis de octubre del 2009, en el que volvieron a ser adolescente s (casi niños), camaradas y cómplices de una aventura, que, visto lo visto, es posible que se repita...


                   Y colorín, colorado ... pues eso.

Gracias Sres. "Japos"

GRACIAS, Srs. Japos. Así, con mayusculas.
 Aunque aprendí a conducir mi primera moto en 1969 (una “enorme” y vetusta Derbi “cabeza de hormiga” 125), recuerdo los 70, comenzaron con nuestras queridas monocilíndricas, Derbi, Bultaco, Montesa, Ossa, etc; y acabaron con las flamantes Benelli, Laverda, Ducati, BSA, Norton, Morini, Guzzi, Triumph, etc. Mientras en el resto del mundo estas marcas agonizaban ante la presión demoledora del sol naciente, en nuestra tierra, el proteccioni smo aduanero de aquel régimen económico, las hacía vivir sus últimos días de gloria, los acuerdos comerciales con Europa les beneficiaba n, pues por las carreteras europeas las Yamaha RD 500, las Honda Four, las Kawa KZ y las Suzuki GS, dominaban ya sin rivales en precios, calidad, y tecnología. Francia era un país sin apenas tradición motociclística (salvo la gloriosa Motobècane y las Peugeot de pequeña cilindrada) y allí habían asentado aquellos japoneses sus factorías y redes de ventas que inundaban  ya el viejo continente.
 A partir de los 80 se acuñó el término “japo”, era un calificativ o despectivo, se decía que las “japos” no frenaban, que tenían chasis de alambre y componentes de mala calidad, ... pero cuando te enterabas de que en tal pensión u hotel de la zona había aparcada una de aquellas motos, se corría la voz y todos acudíamos a verla cuanto antes; así pasé una tarde frente al hostal Aragón de Segorbe embelesado en una Honda Japauto 1000, con un escape 4 en 1, y una interminabl e bancada de cuatro cilindros y cuatro carburadore s, que presidió mis sueños durante meses; o los paseos en Castellón para ver a diario una Yamaha 750 V que expusieron en el escaparate de Galerías Reverter en el 81, ¡quién me iba a decir a mí que conduciría una hija (mi Virago) y una nieta (la Drag) de aquella hermosura con dos cilindros en V y aspecto de chopper!
 Y finalizaban los 80 y entramos en los 90, y las Virago, Shadow, Vulcan e Intruder nos hicieron el mejor regalo que se le puede hacer a un amante del cústom: motos excelentes, y lo más importante, a precios de compra y mantenimien to asequibles al trabajador/a asalariado/a; aquella afición ya no era un capricho elitista y cerrado a los pudientes o fanáticos, aquello era una revolución que muy pocos reconocen como mérito, ... motos para tod@s, ... casi nada; con buenos chasis, frenos y componentes de calidad. Por 1ª vez, estrené una moto, el largo peregrinaje pormotos de2ª mano, que había que reparar y mejorar constanteme nte por necesidad, se había acabado, solo había que mantenerlas, revisar de vez en cuando, y ... sacarles brillo.
 Nunca he mareado la perdiz con la eterna polémica, entre “japos” y Harley Davidson & BMW o Ducati, son motos magníficas, es necio dudarlo, pero no estoy seguro si hubiera perseverado en esta afición lo suficiente para poder adquirirlas, quizá me hubiera pasado al tenis u otra afición más asequible a nivel económico. Pero llegaron las “japos” en mi auxilio, y en el auxilio de muchos asalariad@s con un producto que ya no era exclusivo ni reservado a unos pocos afortunad@s, y con calidad más que suficiente.
  Y estamos en el 2º milenio, y mira por dónde, las coreanas, taiwanesas y chinas, nos han subido a las “japos” a 1ª división a los ojos de los harlistas y BMW’s, ¡las vueltas que da la vida! Espero que mi Drag me lleve aún a muchos sitios, pero si me quedan fuerzas para llevar una moto cuando llegue la hora de cambiar (si llega), debo ser agradecido, será una “japo”..., nobleza obliga.


                              29/julio/2006 ... estrenando mi Drag Star 1100

El grupo es importante

Y escribo esto yo, un individuali sta impenitente, con demasiadas cosas que decir y demasiado pocas que escuchar. Pero con el tiempo, y haciendo un acto de fe y enmienda, voy dándome cuenta de que la gente agradece que le escuches y se siente cómoda en compañía, y la añora sobre todo cuando se siente sol@. Y reconozco antes de seguir, que este texto me lo ha inspirado otro, y que escribió Spirit en su día, un buen compañero de la moto. Son solo frases sueltas, podéis unirlas a vuestro antojo y darles el órden que os guste más, todo vale, al final, se va a parar en el mísmo lugar.

-Por error, cambié la nota de un alumno de "excelente" a uno de "bien" y viceversa. El resultado ha sido que el "bien" sigue sacando "excelente", tiene confianza en sí mísmo, se ha sentido valorado y con nuevas expectativa s; el de "excelente" se ha superado, ha creído que aflojaba y ha redoblado sus esfuerzos para recuperar una autoestima que ya tenía. ¿Conclusión? El primer paso es sentirse valorado individualm ente, la confianza permite superar los propios límites, sin ella, no es posible que un grupo progrese. Vamos a mirar en nosotr@s mism@s para empezar, antes de la crítica, la autocrítica. Si no crees en lo que eres capaz, nunca lo verás en los demás ...

-Pero esa valoración positiva del yo, es triste y pobre si se queda ahí, hay que intentar transmitirl a a nuestr@s compañer@s de viaje, en este caso al resto de la familia motera que frecuento. Yo siento que, en el ámbito de mi afición motorista, este grupo es más fuerte que mi individuali smo, es más seguro, duradero y fiable que el Estirao, el motorista solitario y libre. Y no por ser una suma de individuali dades como la mía, en el grupo se crea algo más y diferente, el "nosotr@s" tiene componentes nuevos que no tiene una suma de distintos "yo", es como la diferencia química entre mezcla y disolución.

-Y llegamos al territorio de los sueños, perdonadme, pero siempre tengo la sensación que tod@s l@s motoristas, son un@s soñador@s, y que su motocicleta sale siempre en pos de un sueño. El estar en un grupo como el mío, en mi caso cumple muchos de esos sueños de que hablo, el rodar en moto y saber que otr@s están rodando desde otros lugares para reunirse contigo, comer, beber, reventar de felicidad y plenitud, y desepedirse para volver a lo inevitable y cotidiano, sabiendo que más pronto o más tarde se hará lo posible para repetir ... Poner los medios para que tu sueño viva, confiando en tu amig@, arrimando el hombro para seguir construyend o el grupo, porque será él el que con la participación del "nosotros" consiga más que las posibilidad es del "yo"

Pues sí compañer@s, estoy convencido de que además del día a día del grupo, las kdd's, etc. Hemos de tener un sueño en nuestro interior y comunicarlo sin necesidad de palabras, escritas o habladas, esa comunicación que da la amistad, y que es tan difícil explicar, tan difícil como los sueños, que se pueden escuchar pero no entender sin sentirlos. Mi grupo, mi sueño, es grande; tan grande como para no perderlo de vista mientras lo sigo persiguiend o. (Frase inspirada en una de W.Faulkner)